Si pensamos en un juego que hayamos compartido, hijos, padres, madres e incluso abuelos, es inevitable pensar en el columpio, un elemento que ha estado y que seguirá estando en cualquier zona de juego que se precie.
Es fácil entender su éxito entre los más pequeños pero, ¿sabías que además de disfrutar y pasarlo bien, están desarrollando muchas de sus habilidades ?
Las zonas de ocio propician el juego en el exterior y su consecuente interacción con otros niños por lo que aprenden a socializar.
Es muy importante que los más pequeños se comuniquen, que compartan y que respeten, para superar así, el egocentrismo que caracteriza los primeros años de vida.
Por otro lado también ganarán en independencia. Los columpios les enseñan a estar solos y a disfrutar del juego individual.
Sobre un columpio, la imaginación de un niño se desarrolla mientras piensa en volar o en llegar hasta las nubes. Además el jugar en un entorno diferente al suyo o con otros niños lo estimula psicológicamente dando rienda suelta a su creatividad y fantasía inventando nuevas formas de pasarlo bien.
El mantenerse sobre un columpio y la acción de aprender a columpiarse de manera autónoma, supone el desarrollo del equilibrio y la coordinación, haciendo que sus movimientos se vuelvan mas precisos.
Si estás pensando en todas estas ventajas y te planteas hacerte con uno para tu centro de ocio, parque infantil o para poner en el jardín, en parquedebolas.com encontraras un amplio abanico de posibilidades.